Últimamente están muy de moda los cupcakes, cake pops y
demás pastelería creativa. Pues bien, no hace falta ser un gran repostero para
hacer una de esas maravillas.
Teníamos que hacer una tarta para un cumpleaños y se nos
ocurrió personalizarla. No tuvimos que ir a un establecimiento especíifico para
comprar ningún ingrediente, con ir a una gran superficie o supermercado,
encontramos lo necesario para quedar muy bien.
En primer lugar, hacemos un bizcocho básico de los que todos
sabemos hacer, en nuestro caso fue uno de yogur pero con la masa teñida con
un gel colorante alimenticio y relleno con un ganaché de chocolate.
Para cubrir el bizcocho y prepararlo para colocar el
fondant, preparamos una buttercream.
A continuación, amasamos y estiramos el fondant blanco y
colocamos la lámina sobre el bizcocho, forrándolo con cuidado.
Después sólo nos queda decorar a nuestro gusto, y para ello
utilizamos la pasta de fondant y la modelamos como si fuera plastilina. No es necesario comprarlo de varios colores, ya que con los mismos colorantes usados en el bizcocho, podemos convertir el fondant blanco en uno del color deseado.
En nuestro caso, para dedicársela al destinatario de la tarta, colocamos una ovejita comiendo hierba.
En nuestro caso, para dedicársela al destinatario de la tarta, colocamos una ovejita comiendo hierba.
Y éste fue el resultado…
Y éste el después...
¿Os animáis a intentarlo en casa?
Y riquíiioosima!!!!
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